A lo largo del siglo XVI confluyen en España técnicos de las más diversas procedencias. Entre otros motivos hemos de señalar la relativa indiferencia que las diversas ingenierías tenían en los asuntos religiosos, así como el prestigio, universalidad y riqueza de la casa gobernante y del propio Felipe II.
El deseo real de contar con los más acreditados artífices permitió formar un vastísimo plantel de científicos y técnicos al servicio de la Corona, procedentes de los diversos reinos que la componían. Personajes y obras que cobran vida en esta exposición, donde se presenta, organizada en seis partes, una visión de lo que en términos actuales llamaríamos ingenierías civil e industrial, dejando fuera el no menos interesante mundo de la fortificación, arquitectura y urbanismo.